lunes, 14 de septiembre de 2009

LA RAZÓN Y LA RELACIÓN

Una metáfora para meditar

Sonó el teléfono de la sala y Magali fue presurosa a atenderlo:

-Aló.
- Hola Magali, contigo quiero hablar.
Magali reconoció inmediatamente la voz de su novio Pedro. Él continuó:

-Te llamaba porque me enteré que estuviste cenando en un restaurante muy lujoso con Francisco, tu compañero de estudios. Y te vieron pagar la cuenta en efectivo. Por eso quiero pedirte que me devuelvas el dinero que te dí prestado para que compraras aquellos libros…tú sabes.
-Sí yo sé.- Respondió Magali..
-Me imagino que si tenías el dinero para pagar esa cuenta, tendrías ya el dinero para pagarme.
Magali desconcertada y algo molesta por la reacción de su novio le respondió:

- Si ese es el problema, ven a buscar el dinero esta misma tarde, o mejor, -corrigió- – se lo doy a tu hermana Mariana que viene esta tarde a estudiar.

Mariana, la hermana de Pedro, también era compañera de estudios de Magali en la Universidad.

Esa misma noche, llegó Mariana, le entregó el dinero a Pedro y dijo:

-Aquí te manda Magali con las gracias. El otro día fuimos a comprar los libros pero fue hasta hoy que le llegaron los reales de su beca. – concluyó mariana.

Menos mal – aseveró Pedro – Creí que se lo habían gastado la otra noche en aquel restaurante..
-Creo que no estás bien informado, Pedro. – repuso Mariana algo desconcertada. – Fuimos un grupo de la universidad y Francisco le dio su dinero en efectivo a Magali para que se lo guardara en su cartera. A la hora de pagar Magali entregó el dinero de Francisco y pagó su cuenta con una tarjeta de crédito que tiene afiliada con su papá.

- Ya veo- respondió Pedro en voz baja.

Al día siguiente, Pedro llamó por teléfono a su novia nuevamente.
_Hola Magali . Qué bueno que Mariana me explicara lo que pasó con lo del restaurante. Ya todo está aclarado. Espero que no te hayas enojado por lo que te dije. Fue una tontería, no es cierto?. ¿Por qué no vamos al cine esta tarde?.

Magali no respondió.
-Anda chica, demos vuelta a la página…
- Tu crees que es tan fácil. –replicó Magali – Puede que para ti sea una tontería, pero para mí…
-Bueno –interrumpió Pedro- Tú eres mi novia, y he debido estar enterado de lo que pasó esa noche. Más bien el ofendido debería ser yo.


- Puede ser y te pido que me disculpes por eso. Pero eso no te dá derecho a reclamarme sin averiguar. – repuso Magali ya algo aireada.
-Magali, tu sabes que tengo la razón. Vamos al cine y cerramos este capítulo para siempre. – dijo Pedro cariñoso.
-Sabes como es la cosa, si no medas tus disculpas, no saldremos esta tarde, ni mañana, ni nunca. -Le gritó Magali y colgó el teléfono.

Pedro se quedó al teléfono, ciertamente confundido y gritó:

_Yo tengo la razón oíste. Todo esto pasó por el cochino dinero.
Pero ya Magali no le escuchaba. Solo alcanzó a susurrar:
_No entiende nada. Prefiere tener la razón que mantener nuestra relación.

Pensemos, ¿Cuántas veces hemos preferido tener la razón y no mantener la relación?