martes, 29 de junio de 2010

Experiencias de vida 1

Amigos:

Los siguientes post que lleven este título narran algunas experiencias de vida y el aprendizaje que obtuve de las mismas. Algún día posiblemente formarán parte de algún libro que pudiera publicar. Espero que les guste.

José Manuel

NO ME HABÍA DADO CUENTA

Se inicia el curso. El instructor se presenta ante los participantes:
-Soy Ingeniero químico de la Universidad Simón Bolívar, con maestría en Ingeniería empresarial…
El instructor continúa hablando- dando inicio a las actividades. Después de media hora, un participante quiere hacer una pregunta y levanta la mano, pero el instructor lo ignora. El participante desiste extrañado. En ese momento, el compañero del lado derecho le dice:
-Amigo, lo que pasa es que el no ve.
-Ah!, no me había dado cuenta -respondió el participante con sorpresa.

Episodios similares a este me han sucedido algunas veces en mis cursos. No es exageración. Lo sé por las confesiones de algunos de los participantes que se acercan en los recesos a compartir esa experiencia conmigo. Pero, ¿Quién se imagina que una persona invidente puede dar un curso a personas normales? Más aún, en temas técnicos o profesionales?
Realmente, no es algo increíble o fuera de lo normal, que haya gente preparada que tenga limitaciones físicas. Lo increíble es que nos sorprendamos de que tales cosas ocurran.
Los paradigmas, esas creencias que utilizamos para interpretar el mundo que nos rodea, nos hacen pensar que estas cosas son fuera de lo común, sorprendentes y dignas de admiración. Nada más lejos de la realidad.
Por ejemplo, pensemos en el caso de Stephen Hawkins, un famoso científico quien esta completamente limitado por una seria enfermedad. El se comunica a través de altavoces para poder expresar sus pensamientos y brindar los conocimientos desarrollados a través de los mismos. Son muy importantes y reconocidas sus teorías de astrofísica y sobre el universo. Su mente trabaja y aporta ese caudal al conocimiento humano y a las generaciones futuras.
Por eso, si tengo la oportunidad de compartir lo que yo sé, ¿Por qué no hacerlo?, ¿Qué me lo impide?, ¿Dónde está la limitación?
La mente humana solo utiliza un 10% de su capacidad, y creo que el problema esta en que dedicamos más tiempo a las actividades y a las relaciones que a incrementar nuestra capacidad de análisis y de generar conocimientos para el mejor entendimiento del mundo que nos rodea.

-La verdad –continuó el sorprendido participante del inicio- que el instructor es digno de admiración. Si fuera yo, quizá estuviera en mi casa, lamentándome de este problema.
-Sí –respondió el compañero –y por ahí hay personas con sus cinco sentidos que no echan palante-

No se crean, no es tan fácil. Hacer lo que yo hago, genera un compromiso muy grande. Terminamos siendo modelaje de otras personas y estamos conscientes de ello. Esto significa tener una actitud apropiada, porque personas como yo, somos símbolo de un grupo muy especial. Aunque la expresión “No me había dado cuenta”, pueda parecer un reflejo del descuido o falta de perspicacia de las personas, Es la mejor ilustración de un paradigma que muchos tienen sobre las personas que poseen alguna limitación. Se de casos donde la familia sobreprotege a las personas que están ciegos, ya sea de nacimiento, o por enfermedad o accidentes. Por ejemplo, no lo dejan salir a la calle o los limitan de muchas formas para evitarles el dolor que ellos piensan que les puede producir la compasión de otras personas, o, por los peligros que se corren en nuestras calles. En el caso de las personas que sufren accidentes, estas limitaciones provienen con mayor frecuencia de su propio interior, por depresiones o miedos, que por la misma protección que le puedan brindar familiares y amigos.
Aquellos que sufrimos enfermedades degenerativas o incluso, quiénes pierden la vista por accidentes, tenemos mejores oportunidades para adaptarnos, en comparación con los ciegos de nacimiento, debido esencialmente a nuestra experiencia anterior. Entonces, ¿Dónde está el secreto, si es que lo hay?
Creo que la respuesta es arriesgarse a vivir. Todos nos arriesgamos, y solo el temor limita. En nuestro caso, nuestra capacidad para tomar riesgos, esta disminuida por nuestra condición física. En consecuencia,, debemos superar un obstáculo mayor.

jueves, 10 de junio de 2010

CONSTRUYENDO UNA VISIÓN PERSONAL

¿Por qué el trabajo no puede ser una de esas cosas maravillosas que la vida te proporciona? ¿Qué has hecho para hacer la vida más desafiante y placentera? ¿Qué te gustaría hacer por los próximos cuarenta o cincuenta años, algo de lo que podrías sentirte orgulloso? ¿Cómo te gustaría ser recordado por tus descendientes?

Estas son algunas de las preguntas que me planteé a mí mismo cuando me decidí a escribir e incorporar mi visión de futuro. Y lo sigo haciendo para no perderla de vista.

En mi último libro - Manual del Emprendedor (Ed. Atlas) - dediqué un capítulo entero al entendimiento de la visión. Cuando hablo de la visión, me refiero no sólo a lo que estamos acostumbrados a observar de vez en cuando en los corredores de las empresas. Pienso en la visión creada con la conciencia necesaria para transformarSE en un ser humano mejor, más productivo y más comprometido con la mejora del medio ambiente que le rodea.

Una visión personal viene de dentro. Por más que hable, entienda y utilice el proceso de construcción de una visión personal al igual que una visión de negocio, ella nunca se pondrá en práctica si fuera elaborada sin emoción y no se inyecta en el torrente sanguíneo. La mayoría de las personas tienen una visión limitada sobre eso. Ellas hablan de objetivos, valores y planes de acción, pero eso no es la visión. Si les preguntas lo que realmente quieren, la respuesta no será diferente de un mejor trabajo "o una mejor casa" o "un coche mejor".

En palabras de Peter Senge, autor de "La quinta disciplina, no se puede entender la verdadera visión sin tomar en consideración la idea de propósito. Y por propósito se entiende la razón de vivir de una persona. Pienso que todo ser humano debe tener un propósito, sin embargo, el propósito es diferente a la visión. Según Senge, "el propósito es abstracto, la visión es concreta; el propósito es similar a una dirección general, la visión es un destino específico, una imagen de futuro altamente deseado.”.

Una de las principales dificultades para mantener la visión personal, aunque sea muy clara, es la distancia entre la visión y la realidad. Deseas montar tu propio negocio, pero luego piensas que no tienes dinero suficiente. ¿Te gustaría ser un gran investigador, pero tu padre era abogado y terminaste siéndolo también para agradarle. ¿Quieres ser escritor de ficción científica, pero necesitas sobrevivir y pagar las cuentas. Dependiendo del ángulo de observación, la visión alienta y, al mismo tiempo, sofoca tus esperanzas.

La falta de alineación entre la visión (lo que quieres) y la realidad actual (lo que no quieres o deseas) provoca miedo, frustración y desesperanza, además de robarte tiempo y energía vital. Aunque puedas estar experimentando una fase de transición, difícilmente habrás de recuperar el tiempo canalizado para realizar algo que no tiene nada que ver con tu verdadera esencia o vocación.

Tal vez puedas tener miedo al fracaso, a los comentarios maliciosos, a las tonterías que se leen en las revistas, a las críticas que se escuchan en los pasillos, del escepticismo de tus colegas e incluso de tus familiares. Es posible que encuentres a ese asunto de la visión y la misión una gran tontería, cosas de gringos, algo difícil de aplicar en la vida personal, especialmente cuando se compara con las dificultades que enfrentas para comprender la propia visión y la misión de la empresa donde trabajas.

La cuestión es simple: no se trata de lo que es la visión, sino de lo que la visión es capaz de hacer por ti. En la mayoría de los casos, la gente quiere una fórmula mágica, una técnica, un secreto que resuelva todos sus problemas. Para tu propio bien, no existe ese tal almuerzo gratis, por tanto necesitas cambiar tu comportamiento, desarrollar nuevas habilidades, romper paradigmas, deshacerTe de modelos mentales negativos y transformarte a ti mismo todos los días. Nunca podrás definir y aplicar una visión de futuro sin cambiar tu mentalidad.

¿Por qué necesitas una visión personal? Al establecer una verdadera visión, eres capaz de darlo todo y aprender lo necesario para lograrlo, no porque te sientas obligado, sino porque lo deseas desde el fondo de tu corazón. Desafortunadamente, muchas personas tienen visiones que nunca se traducen en resultados prácticos. Por lo tanto, se dedican a admirar a las personas famosas, en vez de construir su propia historia, a criticar los esfuerzos de otros en lugar de intentar algo por sí mismo, deshacer la visión de los demás en vez de construir su propia visión.

Mi recomendación es simple. No ignores la importancia de la visión y misión Personal. Lo que es cierto para las empresas, vale para ti también. Una visión bien definida del futuro, apoyada con una buena misión , tiene el poder de cambiar tu vida para siempre. Lo digo con conocimiento de causa, motivo por el cual tomé la iniciativa feliz de compartir mis experiencias. A continuación, algunas preguntas esclarecedoras que te ayudarán a definir tu visión personal:

o ¿Qué quieres ser cuando seas grande?
o ¿Cuál es la motivación (vocación) que te impulsa hacia el futuro?
o ¿Cuáles son tus valores fundamentales?
o ¿Qué puedes hacer mejor para agregar valor a la vida de las personas?
o ¿Qué habilidades, valores y virtudes debes adoptar para lograrlo?
o ¿Cuáles son las expectativas y necesidades del público al que deseas atender?
o ¿A quién deberías acudir para que te ayude a construir y consolidar una visión de futuro perdurable?
o ¿Es esto lo que te gustaría hacer hasta el final de la vida?

Se necesita mucho tiempo para encontrar la verdadera vocación. Muchas personas viven sus vidas sin descubrirla y no les invalida como ciudadanos, pues, de una manera u otra, representan su papel en la humanidad. La construcción de una visión que tenga sentido y agregue valor al mundo exige una transformación de orden personal, razón por la cual el cambio debe estar motivado por un objetivo noble, aumento de la disposición a subordinar lo que piensas que quieres en el momento a lo que realmente deseas en el futuro.

Por último, recuerda que los deseos y necesidades son inherentes a los seres humanos. Transformarlos en objetivos de vida y lograrlos de una manera ética es lo que diferencia a los grandes realizadores de los realizadores mediocres. La manera de ganar nunca es la que ofrece menos preocupaciones. ¿Cuándo definí mi visión personal, yo nunca me preocupé si sería o no capaz de lograrlo. Empecé a trabajar arduamente para lograrlo. Piensa en ello y sé feliz!

o TÍTULO ORIGINAL: Construindo uma visão pessoal

Autor: Jerome Mendes
Publicado: 05/05/2010

o FUENTE: Portal Qualidade Brasil
http://www.qualidadebrasil.com.br
o TRADUCCIÓN DEL PORTUGUÉS: José Manuel Sarmiento M.