domingo, 19 de junio de 2011

Cosechamos lo que sembramos

El nombre de este artículo usted puede haberlo oído varias veces - SOLO cosechamos lo que sembramos. Es cierto que no se puede sembrar papas y cosechar plátanos. Por absurdo que parezca, muchos siembran algo y quieren cosechar otra cosa. Entonces, ¿por qué sucede esto? ¿Cuál es el motivo?

Bueno, en mi opinión son personas que aún no han definido dónde quieren llegar. Por ejemplo, si hago cinco cosas diferentes a la vez, y no me enfoco en lo que creo que es más importante, sabe lo que pasará? Voy a realizar un poco de cada cosa, pero nunca un todo de cada cosa. ¿Se da cuenta de lo peligroso de este camino? Comenzar algo es fácil. Lo "difícil" es terminarlo.

Una vez, una mujer que pasaba con su auto importado por la calle, vio a un borracho sin hogar en el suelo. Luego, ordenó al conductor que parara. Bajó y gentilmente comenzó a conversar con el mendigo y le ofreció trabajo como jardinero, un salario y la vivienda en la parte trasera de su casa. Esta señora era muy rica, y vivía en una mansión. El mendigo aceptó la invitación a trabajar, pero no tenía documentos, la señora se los proporcionó, no tenia ropas, la señora también se las dio. El mendigo tenía un sueño de tener una bicicleta y lentes oscuros, la señora le hizo entrega de estos objetos. Juan era su nombre.

Un día, Juan estaba hablando mientras trabajaba con otro jardinero llamado Roberto, quien había trabajado en la mansión por más de diez años. Juan descubrió que Roberto ganaba un salario mayor que el suyo. Juan, el ex mendigo, no tuvo dudas, sintiéndose engañado, buscó un abogado y puso a la señora rica ante la justicia. Aquella mujer, que le dio la bienvenida y le suministró todas sus necesidades.

Podemos concluir de esta historia, la falta de gratitud, y también la cosecha, lo que demuestra que el exmendigo fue un ingrato y cosechó lo que sembró. Bueno, él firmó un poder a un abogado para que le representara ante los tribunales en contra de la señora, como Juan no tenía ninguna experiencia con la justicia, ni sabía leer, el abogado aprovechador recibió todo el dinero de la indemnización y no le dio ni un centavo a Juan, quien se encontró sin dinero, y se vio obligado a regresar a las calles, a mendigar de nuevo.

Esto es exactamente cosechar lo que se siembra. No hay magia, no hay atajos, sólo acción y reacción. Cuando usted brega con el tráfico e insulta al chofer de al lado, ¿qué pasa? Es probable que le insulten a usted también. La diferencia es que en el tráfico, por ejemplo, la reacción es inmediata, pero en la vida no es así.

Existen personas que hablan mal de los demás, propagan chismes, calumnian, insultan... y, ¿Qué es lo que siempre sucede? En la mayoría de los casos, la parte perjudicada se entera y toma la actitud que considera necesaria. Otras veces, el calumniado no hace nada, pero más adelante el calumniador será también vilipendiado por otras personas. Esta es la ley de la vida. Cosechamos exactamente lo que sembramos.

Usted puede encontrar que su vida es mala, su negocio no avanza, su jefe no es bueno o no, nada va bien para usted. Sin embargo, esté seguro de algo, está cosechando. Todo tiene que ver con la acción que se convirtió en reacción. Si hoy usted piensa que alguien ha sido injusto con su persona, hasta puede ser verdad, pero si él está tomando esta actitud se debe a que la semilla que sembró está germinando y, en consecuencia, usted está cosechando.

Estimado lector, si usted es de los que tienden a calumniar a las personas que sólo le hacen bien, piense nuevamente, porque la semilla se sembró, usted la está regando todos los días, ella está creciendo y, tarde o temprano, tendrá que ser cosechada, y solo una persona podrá cosecharla, y, ¿Sabe quién es él? Por supuesto, usted.

Admitir los errores es muy difícil, porque va en contra de nuestro "YO INTERIOR", pero esparcir lo malo, las malas costumbres y poner unas personas contra las otras, no le aporta nada. Mi preocupación es no juzgar, decir lo que está bien o mal, de hecho, tengo un lema - cada quien hace lo que mejor le parezca, siempre que pueda soportar las consecuencias – más que orientar. Los filósofos siempre tenemos la dirección de ir en busca de la evolución del ser humano. Realmente tenemos que evolucionar. Cuando hablo de evolucionar, no estoy diciendo que mejore la vida desde el punto de vista financiero. Verse mejor físicamente, o graduarse en la universidad. Hablo de la evolución intelectual. De esta forma, la vida mejora en su conjunto, y sobre todo, contribuimos con la humanidad, dando el ejemplo y haciendo que la vida de las personas renazcan de las cenizas cada día.

El refrán popular dice: "Si no puedes ayudar, no obstaculices". No estoy de acuerdo y rehago de nuevo la frase: "Si no puedes ayudar, busca quien pueda". ¿Y quién decide obstaculizar, siembra la discordia, la confusión y los problemas y, seguramente, cosechará. Se puede engañar a algunos por un tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

? "La ingratitud es también una forma de sembrar, y tendrá que cosechar tarde o temprano." (Alessandro Baitello, 2010)


o Autor: El Motivador Alessandro Baitello
o Publicado: 07/06/2011

• TÍTULO ORIGINAL:Colhemos o que plantamos
• FUENTE:
http://www.qualidadebrasil.com.br/artigo/motivacao/colhemos_o_que_plantamos
• TRADUCIDO DEL PORTUGUÉS POR:José Manuel Sarmiento M.