miércoles, 27 de mayo de 2009

La perseverancia

   
En la antigua Tartaria (nombre que le daban los viejos geógrafos al centro de Asia), vivía el rey Tamerlán. Un día, el rey se encontraba bastante deprimido por diversas preocupaciones que no podía sacar de su cabeza.
     Absorto estaba en sus pensamientos, cuando en eso descubrió una hormiga que lentamente subía por
una pared. Con la ayuda de un pequeño palo, Tamerlán lanzó la hormiga contra el suelo, buscando con ello distraerse un poco. Inmediatamente, el insecto volvió a ascender por la pared. El rey volvió entonces a arrojar la hormiga al suelo y aquella, nuevamente tomó su rumbo habitual.
     Con paciencia infinita, y por espacio de ochenta veces, el rey tiró la hormiga al suelo. Y por espacio de ochenta veces, la hormiga volvió a subir por el mismo sitio de la pared! El rey se maravilló por la perseverancia demostrada por aquel insecto y, recapacitando, se dijo: "La imitaré y venceré".
       

2 comentarios:

Hilda dijo...

es que las enseñanzas las encontramos en muchos lados, es cuestión de observar. Saludos. Hilda

Dickinson dijo...

Precioso y muy educativo. perseverancia, ahora la gente lo quiere todo al instante, ya, y asi es la ansiedad que reina en nuestra sociedad. un saludo